Aumentan las inversiones en el visado de oro de Portugal en medio del fin de la ruta inmobiliaria

Mientras España cierra su programa de visados dorados, Portugal aumenta rápidamente las inversiones a través de la ruta del Patrimonio Cultural.

Aumentan las inversiones en el visado de oro de Portugal en medio del fin de la ruta inmobiliaria featured image

El programa Visado de Oro de Portugal sigue atrayendo inversiones extranjeras, con un cambio drástico en medio de cambios en las opciones de inversión. Anteriormente, el gobierno eliminó la vía inmobiliaria para canalizar fondos hacia sectores alternativos.

En consecuencia, la medida ha impulsado significativamente el desarrollo de numerosos proyectos culturales en todo el país. Además, anuncia una nueva era para el programa de visados.

Cambios importantes en la política de Golden Visa

Fue en octubre de 2023 cuando Portugal desechó su popular vía de inversión inmobiliaria por el programa Visado de Oro. En concreto, los legisladores pretendían atajar la crisis inmobiliaria del país y fomentar la creación de empleo, la investigación y las inversiones en patrimonio cultural. Como resultado, ahora los solicitantes deben invertir en fondos, empresas o iniciativas científicas y culturales para poder optar al visado.

Estos ajustes se producen tras la creciente preocupación por el aumento de los precios inmobiliarios. Anteriormente, los inversores ricos compraban viviendas principalmente en Lisboa y Oporto, lo que provocaba un aumento del coste de la vivienda. Ahora, el gobierno espera estimular otros sectores, manteniendo al mismo tiempo el atractivo de Portugal para los inversores mundiales.

Vías de inversión actuales

A pesar de la prohibición inmobiliaria, quedan varias opciones para los solicitantes del Visado Dorado. Por ejemplo, los inversores pueden aportar 500.000 euros a fondos de capital riesgo cualificados o a proyectos de investigación científica. Alternativamente, pueden establecer una empresa que cree diez o más puestos de trabajo a tiempo completo.

Sin embargo, hay una opción que está ganando una extraordinaria tracción: las inversiones en conservación del patrimonio cultural. En concreto, los inversores extranjeros pueden conseguir un Visado de Oro donando 250.000 euros a iniciativas que restauren y mantengan el patrimonio cultural de Portugal. Sorprendentemente, esta categoría ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos meses.

El interés por la conservación cultural se ha disparado tras la revisión del programa Golden Visa. En 2024, las inversiones en esta categoría ascendieron a 12 millones de euros, lo que supone un aumento del 165% respecto a 2023. Además, desde su introducción en 2020, la ruta del Patrimonio Cultural ha acumulado 22,15 millones de euros en financiación. Mientras tanto, la población extranjera también ha crecido hasta alcanzar el millón, una décima parte de la población total del país.

Este aumento pone de manifiesto un cambio en las prioridades de los inversores. Muchos buscan un punto de apoyo europeo al tiempo que apoyan proyectos significativos y sostenibles. De ahí que Portugal se beneficie restaurando sus lugares históricos y reforzando su identidad como centro cultural.

El visado de oro de Portugal frente a otros países de la UE

Mientras Portugal renueva su Golden Visa, España cierra sus puertas. El gobierno español tiene previsto interrumpir su programa en abril de 2025, alegando su preocupación por las inversiones inmobiliarias especulativas. Como resultado, deja a Portugal y Grecia como principales destinos europeos para los programas de residencia por inversión.

Grecia, en cambio, está ampliando su oferta de Golden Visa. El país ha aumentado los umbrales mínimos de inversión en zonas de gran demanda, al tiempo que ha agilizado los plazos de tramitación. Además, estos cambios posicionan a Grecia como un fuerte competidor del programa en evolución de Portugal. Otros países, como Malta e Italia, también tienen sus propias ofertas de visados dorados.

La transición de las inversiones inmobiliarias a las culturales ya está produciendo beneficios. En concreto, los fondos están revitalizando edificios históricos y apoyando a los artesanos locales.
Al dar prioridad a la cultura, el gobierno se asegura de que las inversiones creen un valor duradero. En lugar de alimentar burbujas inmobiliarias especulativas, el capital fluye ahora hacia proyectos que preservan la rica historia de Portugal. Los inversores, a su vez, obtienen una conexión tangible con el país más allá de los incentivos financieros.

Foto de Dominik Kuhn en Unsplash

Artículos relacionados