Introducción
Italia ha puesto en marcha una agresiva campaña contra el turismo excesivo en algunas de sus ciudades más populares. En concreto, las autoridades italianas están introduciendo normas y reglamentos más estrictos en Florencia, Roma y Venecia, en medio de una afluencia masiva de visitantes.
Además de frenar el turismo excesivo, la medida también pretende salvaguardar el patrimonio cultural y la vida local, promoviendo al mismo tiempo prácticas turísticas sostenibles.
Sobreturismo Antecedentes
El turismo excesivo ha pasado factura a estas famosas ciudades a lo largo de los años. Antes, la cantidad de visitantes aumentaba vertiginosamente, pero sin una planificación ni un control adecuados por parte del gobierno.
Como consecuencia, puso a prueba la infraestructura local. Concretamente, la vida cotidiana de los residentes se vio afectada por la congestión y el ruido. Además, el constante tráfico peatonal provocó el deterioro de los lugares de interés cultural. De ahí que los residentes expresaran una creciente frustración por las calles excesivamente atestadas.
Además, los expertos advirtieron de daños a largo plazo en los monumentos históricos a causa del turismo excesivo. En consecuencia, los responsables políticos llegaron a la conclusión de que era urgente y necesario introducir una reforma.
Con el aumento de los alquileres de corta duración en las ciudades italianas, los habitantes han expresado su preocupación por el hecho de que estén dominando los barrios. De ahí que los manifestantes hayan marcado las cajas de llaves con una cruz roja para expresar su consternación.
Además, las autoridades italianas creen que las cajas de llaves suponen una amenaza para la seguridad, ya que eliminan la necesidad de verificar la identidad de los huéspedes.
“La gestión automatizada del registro y la entrada en una propiedad sin identificación visual de los huéspedes” significa que “podría estar ocupada por uno o varios individuos cuya identidad permanece desconocida para las autoridades policiales competentes, lo que supone un peligro potencial para la comunidad”, se lee en un comunicado del Ministerio del Interior italiano.
A partir de ahora, los propietarios y gestores de estas propiedades de alquiler deberán conocer personalmente a sus huéspedes y comprobar sus documentos de identidad. Éste será el nuevo procedimiento operativo estándar antes del proceso de registro.
Nuevas medidas para frenar el turismo excesivo
Florencia prohíbe ahora el registro mediante llaveros en un intento de gestionar el turismo excesivo. Del mismo modo, Roma aplica una estricta normativa de reservas e impone multas por incumplimiento. En cambio, Venecia aplica medidas para regular los flujos de visitantes en zonas vulnerables. En concreto, los grupos turísticos deben registrar previamente sus visitas.
Los ayuntamientos están colaborando con las fuerzas del orden para vigilar los puntos conflictivos. Por ejemplo, los sistemas avanzados de gestión de visitantes controlan ahora los niveles de afluencia en tiempo real. Además, los funcionarios municipales celebran reuniones informativas periódicas para poner al día al público sobre los cambios políticos. Los expertos esperan que estos cambios mejoren la calidad de vida de los residentes.
Impuestos turísticos
Este 2025, las autoridades están aumentando el número de días en que los turistas deben pagar las tasas turísticas. Por ejemplo, en Venecia, los turistas deben pagar las tasas de viernes a domingo, así como los días festivos del 18 de abril al 27 de julio.
Para ayudar a frenar el turismo excesivo, la norma también duplica el impuesto a 10 EUR para las llegadas de última hora. En 2024, los turistas que sólo pasaban el día en Venecia tenían que pagar 5 EUR de impuestos. El gobierno espera que esta medida fomente estancias más largas en la ciudad para mejorar la calidad de vida de los residentes.
Del mismo modo, Roma también tiene una tasa de pernoctación que oscila entre 3 y 7 EUR, según el tipo de alojamiento de los turistas. Mientras tanto, las tasas turísticas de Milán oscilan entre 2 y 5 EUR. Se habla de la posibilidad de aumentar la tasa a un máximo de 25 EUR para las habitaciones de hotel más caras.
Foto de Carmen Laezza en Unsplash